miércoles, 1 de abril de 2015

El extraño caso de Jeans con Button

No tengo ropa. Y como no tengo ropa, envidio la ropa de mis amigas. Y como envidio la ropa de mis amigas, la pido prestada. Y la pido prestada tantas veces que se vuelve casi mía, y sueño cada noche con poseer la "préndah" (palabra 0 chula) ajena. 

Un día ese sueño se cumplió: Amiga dejó de darle atención a unos elasticadimaravillosos jeans Topshop; Jeans gastados, azules, de tiro alto, y lo mejor PERFECT FIT!!! O levantacola, como les dice mi papá, too rasca (o tal vez colombiano nomá). 

Amiga decía a cualquier people: Estoy chata de estos jeans, y yo me entrometía maliciosamente en sus conversaciones con intención de que me los diera a mi. Y lo hizo.


Amiga cuchicheando sobre sus jeans a maltraer, y yo mirando con cara de "Aquí estoy, nena". A la izq. Punk cualquiera.