Malas costumbres humanas (o chilenas)

El otro día estaba en el Gigantera Center porque tenía plata de Navidad y quería comprarme algo, sin saber bien que era. MALA ELECCIÓN. Como resultado anduve como 300 hras. paseando y sólo había recorrido el baño (semi-exageración)

Buscando a Wally

La cosa es que fui a Paris y dije: ya todo aquí es lindo y barato... FALSO, todo estaba feísimo porque lo único que alcanzaba con mi presupuesto eran Aussie y Opposite (marcas pertenecientes a la gran tienda, pa' que vean la pobreza) y de repente SÍ hay cosas lindas, pero esta vez estaba todo regular-feo y CARO. Ni que estuviera en Topshop que se dignan a poner precios inalcanzables para la humanidad, pero al menos la ropa es cute.

Así era la mecánica de mis compras.

Caminar, mirar, poleras animal print. Más original que polera de Perry el ornitorrinco

Caminar, mirar, poleras con rayas y LETRAS. HORRIBLE

Caminar, mirar, poleras con rayas y letras y FLORES. HORRIBLÍSIMO

Caminar, mirar, POLERA HERMOSA, EL CIELO, PURA, DETALLES MAGNÍFICOS... pero tenía una amarra abajo... AHHHHHHHHH BLASFEMIAAAAA DE MIERDA, NI QUE SIGUIERAN USANDO ESAS COSAS, ACTUALÍCENSEEEEE

Nota: las poleras y blusas no eran como las de la foto (sólo de referencia)

Ya, en verdad, esto da un poco lo mismo, pero tenía que expresar mi insatisfacción respecto al diseño actual de las prendas en Chile. La cosa es que terminé comprándome un collar y nada más y después fui al patio de comidas y me comí un McFlurry. Y ahí nos vamos con la mala costumbre n° 1 de nuestra lista:

1. Gastar plata en comida

Yo no tengo un sueldo fijo, soy menor de edad, y hasta ahora, mis padres se hacen cargo de todo lo que coma. Entonces, cuando me dan plata de regalo, en cualquier ocasión, SIEMPRE, pero es que SIEMPRE, me advierten antes de pasármela y me dicen:

- Toma, gástala en algo importante, que necesites... pero, NADA DE ANDARLA GASTANDO EN COMIDA.

Bueno, y yo siempre, desde el primer minuto, pensando en comida. En sushi, específicamente. Y aunque muero por comprarme, que se yo, el pantalón, que la falda, que la tanga leopardo, al final, SIEMPRE gasto la plata en comida. Mala suerte no mais, mi obesa interior me lo pide :'(

2. Ir a la tienda de Mac, para NO comprar un Mac.

Los Macintosh o PC de Apple (para los que no son entendidos jajajaja) son computadores totalmente inaccesibles para gente de la clase media. Por lo menos, para quienes no estudian música (porque son geniales para componer). En el mismo paseo por el Costanera, después de unas 300 vueltas, entré con urgencia a este local para meterme a Facebook. Busqué el computador MÁS PIOLA, el MÁS CHICO DE TODOS sólo para que no se notara tanto mi aprovechamiento.
Y estaba ahí, haciéndome la Larry, hasta que miro para el lado, dónde está ese plastiquito que tiene un papel con los precios de los computadores:

Precio REAL del equipo

Chucha, me voy a tener que ir en poco rato... ¡¡QUÉ POCO RATO!! Estuve como media hora hablando con Hermano por Facebook para que se viniera.

Y que decir de los tiempos anteriores: En mi época más computina, me metía a jugar a las tiendas de Mac, Hermano igual. Y siempre que miro a los lados, todos los "supuestos" clientes están metidos en Facebook y después careraja se despiden con un "Gracias (*sonrisa vergonzosa e irresistible hacia el guardia*)"

NUNCA EN MI VIDA HE VISTO COMPRAR A ALGUIEN UN MAC EN LA TIENDA DE MAC.

3. Queremos muestras gratis.

Amamos las muestras gratis, pero después nunca compramos el producto. Y si, por alguna razón lo compramos, no sabe tan bien como el que probamos anteriormente, microscópico, cortados perfectamente en rectángulos de 2x2cm en el caso de los queques, puestos en vasitos de 0,5 ml. en el caso de los helados o poniendo piezas enteras y deliciosas en el caso de las alitas de pollo asado, pero que después si las compras, NUNCA estarán iguales por más que las sazones con todo lo que hay en la casa.

Esto me pasó también de una manera muy barsa en el Costanera. Cuando estaba tentada de comprarme unos Cinnabon, fui a la tienda de Cinnabon (no me digas) y en la barra, para mi deleite, habían muuuuchos pedazos cortados de estos rollitos de canela y con el aderezo especial de leche condensada con limón al centro. Y eran muestras. Pero sentí que sólo se las ofrecían a quienes compraban. Aunque pensé: "¿Para qué vas a comprar, si puedes sacarlos gratis?", entonces decidí NO COMPRAR y sacar algunas muestras. Pero lamentablemente, había  una "Niña Gorda Pesada" (la llamaremos NGP) que vigilaba mi estafadora hazaña.

Entonces me hice la larry, y le pregunté (ya que se estaba prácticamente comiendo todo lo que quedaba):

Yo: - ¿Qué es eso?
NGP: - Eeeeh (agregar tono sarcástico-pesado) es lo mismo que eso (indicando con sus salchichones dedos los cinnabon)
Yo: - Aaah, gracias (sacando como tres muestras y desapareciendo)

Yo escapándome con los cinnabons de muestra

4. Comer pan

En Chile nos encanta comer pan. Por lo menos, casi todas las encuestas señalan que Chile es como el primer país comedor de pan. Y es porque nuestro pan es casi equivalentemente delicioso al pan de Francia (¿Sabías qué?).

Les enseñaré un día en nuestro país:

9:00 am

Papá: Oiga mija (comiendo pan)
Hija: ¿QUÉ? (con un pan en la mano)
Papá: Vaya a comprar pan, que queda poco
Hija: Ya, pero yo te convido del mío, está debajo de mi cama
Papá: Naa, si yo también tengo el mío, pero es para los otros

1:00 pm

Papá: Oigan, falta el pan en la mesa, está la pura canasta
Hijo: Es que lo comimos antes de empezar el almuerzo :(
Hija: Pero justo compré más pan, menos mal el papá me pidió

10:00 pm

Mamá: Ya, niños a dormir!!
Hija: Mamá!!! (acostada en la cama)
Mamá: ¿Qué, hija, tiene sed?
Hija: No, quiero pan.

Adorando al pan

FIN